1. El buen jefe de cocina nunca se esconde tras el pase; cuando hay un problema con un cliente por culpa de la cocina, no deja que lo resuelva el maitre. Se cambia su mandil, se pone su gorro y sale a la sala para solucionarlo.
  2. El camarero NO es tu enemigo, es tu compañero y además tus ojos en la sala. Ambos perseguís un mismo objetivo, la satisfacción del cliente y que entre dinero en la caja.
  3. La razón la lleva el cliente y, sino la lleva, tenemos que hacer que sienta que sí.
  4. Cuando no pedimos ayuda sólo se resiente el cliente en primera instancia, la imagen del restaurante en segunda y en tercera tu imagen cara a tus compañeros.
  5. El cocinero está para hacer de comer, no empecemos con tonterías cuando un cliente pide un plato fuera de carta.
  6. y el camarero para recibir al cliente con una sonrisa, para atenderlos de forma rápida y diligente, para llevar el plato que ha hecho la cocina con estilo y profesionalidad, para atender una queja o una pregunta, para pedir un taxi, para cantar cumpleaños feliz, para…..,para……,para……,para….
  7. A los camareros, la comida no viene en lata. Cuando un plato no sale es porque todavía no esta terminado, por pedirlo más veces no se cocina antes.
  8. Presión sí, pero con control. Disciplina, siempre, es la llave del éxito.
  9. Las voces son buenas en algunos momentos, no puede ser nuestro día a día.
  10. Trabajo, trabajo y trabajo, pero siempre bien hecho; lo demás son tonterías.

Francisco Jiménez Rivas, Cocinero
Fte: ESHA